10/9/11




¿Es el momento de delimitar la Capital Federal o es mejor trasladarla al interior y devolver la ciudad a la provincia de Buenos Aires?
Este interrogante está en sintonía con la encuesta número once (11) -ver Doc9- desde que se creo este sitio de los apuntes del Doc9.
Con más de tres meses consecutivos de publicación, la encuesta otorgó el siguiente resultado, bajo la consigna: “Se si traslada la Capital Federal de la Argentina, donde te gustaría que sea?”
De 50 votos emitidos, el primer lugar fue para la continuidad de la ciudad de Buenos Aires, con 10 votos a favor (20%), seguida de cerca con nueve (9) votos (18%) por la santafesina Rosario. El tercero lugar, con ocho (8) votos, es compartido por la bonaerense Quilmes -vaya sorpresa- y por la idea de una distrito nuevo y neutral. El cuarto lugar, también es compartido por la ciudad de Mar del Plata y la provincia de Río Negro, con cinco (5) votos. Cierra la votación, con sólo dos (2) votos, la Isla de Martín García, una propuesta del propio Domingo F. Sarmiento desde su obra Argiropolis, publicada en 1850, referente a una ciudad imaginaria como capital de los Estados Unidos de la América del Sud.
El vínculo entre la Nación y la ciudad Autónoma de Bueno Aires en torno a la Capital Federal acarrea una larga data de conflictos. La convivencia nunca se caracterizó por la armonía. ¿Es el momento de delimitar la Capital Federal o es mejor trasladarla al interior y devolver la ciudad a la provincia de Buenos Aires?
Hagamos un repaso en el apunte…
Habían pasado más de veinte años de la visita de un Presidente a la ciudad rionegrina de Viedma. El último fue Raúl Alfonsín. Ahora era el tiempo de la actual mandataria, Cristina Fernández de Kirchner.
En su momento, y al calor del retorno de la democracia, el entonces jefe de Estado radical anunciaba el proyecto de trasladar la Capital Federal de la Nación a las ciudades de Viedma, -Río Negro- y a la bonaerense Carmen de Patagones, previa cesión de las legislaturas locales.
El anhelo alfonsinista naufragó en medio de las ruinas de su gobierno, mientras que Cristina Kirchner aún no anunció alguna medida respecto al traslado del distrito federal.
La ciudad de Buenos Aires, que desde el 25 de mayo de 1810 oficiaba de asiento de ese proyecto de nación, recién sería federada setenta años más tarde -septiembre de 1880-; un territorio tomado a sangre y fuego de la provincia de Buenos Aires, en una guerra civil entre porteños y bonaerenses.
Desde hace más de 130 años esa ciudad es sede del distrito federal. Fue con la reforma constitucional de 1994, que se debatió en torno a la ciudad de Buenos Aires, cuando se procuró definir su autonomía y su función como Capital Federal de la Nación.
Más de tres lustros después, no queda claro si los porteños viven en un municipio o en una provincia y si su autonomía es verdadera.
Los integrantes del Triunvirato de 1812, apoyados por el General José de San Martín, fueron los primeros en plantear la necesidad de contar una capital para el gobierno de las Provincias Unidas del Sur. Un año después, en la emblemática Asamblea de 1813, el oriental Gervasio Artigas planteó que no fuera Buenos Aires. Décadas más tarde, condimentadas al calor de guerras civiles, es decir unitarios y federales, levantamientos provinciales, el asesinato de Manuel Dorrego, la aparición de Juan Manuel de Rosas, la batalla de Caseros y la expulsión del Restaurador, la separación de Buenos Aires (y posterior retorno) del resto de las provincias, entre otros trascendentes sucesos, fue sancionada la ley número 1029, de federalización o municipalización de la ciudad de Buenos Aires.
El Parlamento aprobó esta norma hacia el final del gobierno de Avellaneda y los comienzos de su sucesor, el tucumano Julio Roca.
Culminaba, así, la eterna posición de la ciudad/puerto sobre el interior del país y el flamante estado nacional pasó a tener su distrito capital: la ciudad de Buenos Aires. La guerra entre bonaerenses a favor y en contra dejó más de 3000 muertos. Dos años después, en 1882 el Parlamento creó las figuras del intendente, quien era elegido por el presidente de la Nación de turno-y el Concejo Deliberante porteño.
Durante la reforma constitucional del 94, los constituyentes agregaron en el capítulo sobre Gobiernos de Provincias, un autonomismo acotado para la ciudad de Buenos Aires. Así, los porteños pueden votar a su propio jefe de gobierno y legisladores, si bien desde la federalización de 1880, la ciudad ya contaba con concejales votados. Atrás quedaba la elección a dedo del intendente a cargo por parte del Poder Ejecutivo Nacional.
La ciudad Autónoma de Buenos Aires y su papel de Capital Federal pasaron a ser dos realidades institucionales en un mismo cuerpo y cuyo corazón es la sociedad porteña.
En 1995, un año después de la reforma de la Constitución Nacional, el Congreso sancionó, la llamada ley “Cafiero” -24.588- tras el proyecto presentado por el entonces senador bonaerense Antonio Cafiero, cuyo eje era limitar facultades de la ciudad de Buenos Aires mientras funcione como capital de la República.
La idea de desglosar la Capital Federal de la ciudad de Buenos Aires es una tarea tan descomunal como difícil, subsumida a intereses electorales. ¿Si la Capital es delimitada, qué parámetros se tendrían en cuenta dentro de la ciudad Autónoma de Buenos Aires?; ¿qué barrios quedarían dentro de la ciudad porteña y cuales formarían parte de la Capital?, o es más conveniente construir un distrito federal otra provincia?
En este triángulo de la discordia – Capital Federal, ciudad de Buenos Aires y la Nación- se perdieron cantidades de proyectos por trasladar el distrito federal fuera de la ciudad porteña. En 1868, el entonces presidente Bartolomé Mitre, vetó la Ley 252, que pretendía mudar la capital a la ciudad de Rosario. Lejos de realizar su proyecto de llevarla a la isla Martín García, el sucesor de Mitre, el sanjuanino Domingo Sarmiento, también vetaría la norma que propuso instalarla en dicha ciudad santafecina, así como la de trasladarla a Villa María, Córdoba. También naufragaron los intentos de dictadores como Alejandro Lanusse, quien en mayo de 1972, decretó la ley 19.610, que planteaba la necesidad de trasladar la “Capital de la Nación fuera de la Ciudad de Buenos Aires” y a cuatro años del retorno de la democracia, el 27 de mayo de 1987, proyecto del presidente Raúl Alfonsín.
Quizá es el momento de que la ciudad de Buenos Aires tenga una verdadera autonomía, sea declarada una provincia y se libere de la responsabilidad de ser Capital Federal del país. Tema pendiente en la dinámica del Bicentenario, período que abarca hasta el año 2016, aniversario de la Independencia nacional.

* Otras encuestas...
Link Doc9
Link Doc9, parte II

3/9/11

¿Qué es la felicidad?




“Mentira la Verdad” es un programa que emite el canal argentino Encuentro los días: Miércoles: 04:30, Jueves: 17:00 , Viernes: 11:00 , Sábados: 21:00 y Domingos: 12:30.
Canal Encuentro es lo mejor de una televisión vulgar y mediocre, cuyo vértice es el caño de Tinelli, el amarillismo de Chiche Gelblund –por Chiche (doc9), él escritor José Luis Borges decidió morir en Europa y no en su país- la ignorante Mirtha Legrand y la mal hablada Susana Giménez.
El programa es conducido de manera dinámica por Darío Sztajnszrajber, y esta dividido en cinco diversos capítulos, en los que tratan temas como La belleza, La identidad, La felicidad, El amor, La filosofía, La Muerte y Dios.
En el primer capítulo se debatió el tema de la “Felicidad”, desde cuestionamientos como: ¿Que es la felicidad?, ¿es la felicidad el bien supremo?, es la posibilidad de realizarse, la paz interior, la autonomía plena, la independencia plena?; ¿es posible alcanzar la felicidad, la plenitud? Y si la felicidad es inalcanzable? O es una búsqueda imposible?.
Con estos interrogantes formulados por el conductor Darío comienza el programa. La escena es en un restaurante. En una mesa larga de unos seis amigos, cuatro hombres y dos chicas, en la que Darío, quien también forma parte, va analizando que se entiende como felicidad según cada uno de los comensales.
Uno de ellos es Santiago Las Heras, un muchacho de unos 36 años, que ingresa al encuentro, eufórico porque acaba de cambiar el auto, una vez más, por un 0 km. El relato de Santiago lo describe como un hombre de excelente posición económica, que tiene veleros, dos departamentos en Punta del Este, salud, buen físico, mujeres. Lo que se dice un hombre pleno…gran plenitud en una sociedad capitalista como la actual, que mide la felicidad en CONSUMO+PROPIEDAD PRIVADA DE BIENES. Es decir, la felicidad se resume como consumo de bienes. De ser así; no sería desigual la felicidad para aquellos que a diferencia de Santiago no poseen bienes materiales?. En una sociedad capitalista, las personas tienen un acceso desigual al mercado de consumo. La realización personal se resume en la adquisición de objetos y bienes. Así pasa a ser la felicidad efímera, como esos mismos objetos.
Si es desigual el acceso al mercado de consumo, ¿puede ser feliz una persona cuando a su alrededor hay gente que sufre?
Mateo, 32 años, es otro de los amigos reunidos. A diferencia de Santiago, él entiende la felicidad como sostenía Sócrates; el desarrollo del saber. Cree que Santiago está en el camino equivocado, con una vida superficial. Para Mateo, la felicidad jamás pasa por cuestiones materiales. “Nada de fama, riqueza, cosas materiales, ellas no pueden hacernos verdaderamente felices”, sino que será por el desarrollo del intelecto y expansión del nuevo saber, siempre conociendo la verdad. Saber y verdad están ligados. Se resume en el dicho: “Conócete a ti mismo”; esa es la forma de avanzar hacia la felicidad.
Ilda, 28 años, es aristotélica. Cree que el sentido de las cosas tiende a una finalidad. ¿Cuál es la finalidad del hombre?, ¿para que existimos?...Aristóteles sostiene que la finalidad del hombre es la felicidad, pero ¿como la realizamos?: desarrollando nuestra virtud, lo más propio, lo que nos hace ser lo que somos. ¿Cuál es la virtud del hombre?. Pensar. Y eso se logra a través de dominar los instintos naturales. La razón busca la prudencia, el equilibro entre dos extremos. Un ejemplo: ni correr como un desquiciado por la calle, ni caminar a paso muy lento o no comer como un desaforado ni morirse de hambre.
La felicidad es encontrar el punto medio entre esos dos extremos. Seguir lo que dicta la razón.
En la mesa de amigos también está otra dama: Delfina; 27 años, ella es epicuriana (Epicuro). La máxima de esta corriente es “evitar el dolor en busca del placer”. El dolor se manifiesta en las cosas que llevan dependencia y liberarnos de ese dolor es despegarnos de él. Comprender que nada es para siempre, ni siquiera la vida misma. Así se entenderá a la muerte como parte de la vida. El más alto punto de este exponente es alcanzar la paz interior, el ALMA IMPERTURBABLE. De esto se trata el hedenonismo, que significa realizar el culto al placer por las pequeñas cosas. Un ejemplo; caminar por el sólo placer de caminar. ¿Se puede ser feliz en salir a caminar por caminar?.
Otra mujer del grupo de amigas es Alicia, 33 años. Ella cree en el Pensamiento Utópico. La felicidad sólo es posible mientras nos comprometamos con realizar un mundo nuevo, con ciudadanos comprometidos. Tiene que existir un Compromiso Social: trabajar por transformar la realidad. Pelear por la felicidad peleando contra las injusticias. La felicidad se entenderá como construcción utópica. Hegel decía: “No se puede ser feliz en un mundo infeliz”.
¿Pero la felicidad es un asunto privado o colectivo?
Con la modernidad, la felicidad se volvió un asunto privado e individual. Cada persona encara el modo de ser felices de la puerta de casa para adentro; ¿y de la puerta de casa para afuera?
Parte de esa premisa, es el kantiano Manuel, 38 años, otro de los amigos presentes en la cena. Para él, lo más importante de la felicidad es cumplir con el deber que tenemos dentro de una sociedad. Kant, cree que la naturaleza de la ética no está en la felicidad, sino en el deber; esa es la clave del sistema como tal. Sólo colectivamente y no individualmente, en el cumplimiento de las reglas formales; que no se avasalle al otro. Primero hay que cumplir las reglas del deber colectivo y luego, sí, pensar en la felicidad privada.
¿Pero como sabemos cuando se actúa correctamente en pos de cumplir ese deber? Y si nuestra inclinación natural es desviada?
Kant habla del llamado Imperativo Categórico, sobre que “obra en esa máxima que se convertirá en ley universal”. Es decir, si los individuos van a ser indiferentes con el otro, ¿hasta que punto en una sociedad no imperará el egoísmo?
El programa termina con una descripción del “cinismo”, que es creer que los problemas humanos se encuentran en el abandono que el hombre ha hecho de su naturaleza original: “nada hace más infeliz al hombre que la civilización”. Propone, el retorno a la naturaleza y a las costumbres más animales de los hombres y mujeres.
El origen del hombre tiene que ver con Diógenes, que vivía como un animal, como un perro; comía carne cruda, escupía a las personas, se masturbaba en público y atacaba las costumbres de la visa social. Ese, era su camino a la felicidad.
En síntesis, ¿Qué es la felicidad?
¿No será la búsqueda del ser humano por resolver sus propias limitaciones? ; ¿Y si aceptamos que la condición humana no lo puede todo?. Quizá, la felicidad trata de ayudar a las personas a descubrirse quienes son verdaderamente. Y eso no siempre tiene respuesta…

* Apunte del programa Mentira la Verdad, emitido en canal Encuentro, los días, conducido por Darío Sztajnszrajber.
Biografía utilizada y publicada en los títulos finales del programa: Aristóteles, “Ética Ncómaco”.”.
Epicuro, “Cartas Minicero”
Immanuel Kant, “Fundamentación de La Metafísica de las Costumbres”
Michael Onfroy, “Cinismo”
Platón, “Apología de Sócrates”.


Mentira la verdad, (youtube); son 10 capítulos: Capítulos: Lo real, La filosofía, Modernidad, Dios, El orden, La amistad, Belleza, Identidad, Amor y Muerte

Desde Doc9 vamos a ir apuntando cada uno de estos especiales para seguir desasnando contra las zonceras de los personas. Enfrentar al enemigo local -las corporaciones- y al enemigo estratégico, el colonianismo y el imperialismo; ayer España (1810/1816)e Inglaterra; hoy los Estados Unidos e Inglaterra.