28/10/10

Experiencias de un censista



Nadie contestaba. O eso parecía. Eran las 9 del miércoles de uno de los grandes eventos que se realizan en un país que se crea serio. De pronto, la luz. Marta, una señora con detalles de maestra de escuela abrió la puerta. – Como estas, pasá¡; dijo con mucho entusiasmo y más compromiso. Que palabra; compromiso, una especie de pacto que más argentinos debían tener presente.
La construcción de un país se hace comprometiéndose, estudiando, leyendo, no criticando desde la casa. Marta, su esposo Luis, fueron los primeros que dieron la bienvenida a Felipe, el censista .
El lugar del censo, es Barrancas de Belgrano, zona de alto poder adquisitivo de la Ciudad de Buenos Aires, distrito capital de la República Argentina.
Fue su amiga Verónica quien le pasó la idea. El compromiso en el año del Bicentenario argentino. Felipe se capacitó en el curso sobre como censar. Con Manual del Censo en mano, los formularios y las planillas fue a cumplir con lo que en la jerga de la estadística se conoce como segmento, que es una porción de una o dos manzanas, las que a su vez forman parte del radio o fracción de una comuna en el caso capitalino o Departamento o Partido si se trata de una provincia.
Felipe avanza de la mano de Marta quien le presenta, tras ser la primera censada junto con su marido, al resto de los vecinos, en una vivienda estilo PH de tanta hermosura como calidad humana.
Las viviendas A, B y C estaban vacías. Tras Marta y Luis, llegó el turno de Mercedes, una reciente viuda cuyo hogar lo completaban sus dos hijos.
La armonía se interrumpió cuando una batería de mensajitos de celular comenzó a hacerse oír en el bolsillo de Felipe. “Murió Kirchner”, decía uno; el otro “Estoy triste, fiambre es Kirchner”. Otro: “falleció el pingüino Kirchner”. Ya nada fue igual.
-Atendé el cel, dijo amablemente desde su mirada en sombras Mercedes.
- Es que me dicen mis amigos que murió Kirchner. Mercedes prendió la tele saliendo del letargo. La historia es conocida...
Barrancas de Belgrano no es un barrio de vertiente peronista sino todo lo contrario. Igual, la mayoría de los censados no ocultaron su preocupación tras la muerte del dirigente más importante de los últimos años desde 1974, cuando murió Juan Domingo Perón.
Ese lugar le toca a Kirchner. No es para Carlos Menem a pesar de ser anfitrión una década en la Casa Rosada y ser vencedor en tres elecciones presidenciales. El riojano liquidó las conquistas peronistas y fue un traidor al movimiento peronista. Fernando de la Rúa, un traidor a los argentinos y Raúl Alfonsín una gran promesa y más recuerdo.
Similar al 74, el presidente Perón moría siendo el político más popular dejando en el gobierno a su vice, su esposa Isabel. La historia no se repite, ni como tragedia ni como comedia. Kirchner deja el espacio a la actual presidenta argenta, su esposa Cristina.
Felipe continuó su censo que trasciende a cualquier gobierno de turno. Los mismos perversos funcionales a sus intereses, que desde los medios escupían que no debía abrirse la puerta al censista, por “inseguridad”, decían que se suspendía por la muerte del ex presidente. Nada más lejano. El censo continuó y se hizo bien. Todos los vecinos ofrecieron a Felipe, un café, un vaso de agua entre pregunta y respuesta. Todos trabajaron bien, como Felipe, Verónica, Jazmín, Iván y Mercedes y tantos otros que se comprometieron. Tras culminar la primera vivienda, su segmento tenía dos locales comerciales que no tenían que ser censados. A las 4 de la tarde culminó el trabajo con el tercer piso del edificio continuo al cálido PH.
Durante los primeros días de este año 2010, Doc 9 se apuntó sobre el primer gesto sin quererlo de amor, tras la muerte del ídolo popular Sandro (link/Doc9), en el año del Bicentenario argentino.
Son casi la 1 de la noche. Los diarios y editoriales aún no cerraron. La muerte de Kirchner coptará todos los titulares por sobre el censo. Este Apuntador tiene esperanza. Con el traje de censista como Felipe, cree que Cristina será fuerte, ganará las elecciones presidenciales del año que viene y contará con una oposición encolumnada en la maduración de los 27 años de democracia ininterrumpida. Los diarios, como Clarín, mejorarán. Programas como 6, 7 y 8 también. No será como en los 70. Cristina no es Isabel como Kirchner no es Perón.
Los argentinos saben ahora quien es la candidata para el 2011. El interrogante será quien ordenará el siempre revoltoso partido peronista junto a ella. Y la mayor certeza: Julio Cobos (link/Doc9), traidor y miserable tanto para con su partido, como para el Gobierno, es el gran derrotado.
En este Apunte el recuerdo, el respeto de alguien que censó en tiempos de la primer mujer elegida presidenta y de ese gran estadista que fue Néstor Kirchner, ex presidente de la democracia, peronista, con mil errores, pero mucho más aciertos, quien resumió la frase "si la muerte te alcanza cargando la mochila de tus convicciones, habrá tenido sentido tu vida. ...


Apuntes para tener en cuenta
Kirchner, presidente (link/Doc9)
Ecos: elecciones 2009 (link/Doc9)

...si queres, más Apuntes en Sección: Perlitas de la Política

11 comentarios:

el_iluso_careta dijo...

terrible docazo....apenas si pude postear...

Border dijo...

Antes que nada mis saludos a todos los censistas.

Sacando la parte politica, muchas veces los politicos y nosotros mismos tambien nos olvidamos que antes que politicos son seres humanos.
Y si tenes una angioplastia tomate el tiempo de mejora.
No es malo mostrar un poco de debilidad alguna vez, indica que sos humano.

En la parte tanto los ultra pro como los ultra contra me dieron vergüenza ajena. Tirandose palos aun con el "cadaver caliente" (perdon la expresion pero es la mejor que se me ocurrio).

MamaBeKer dijo...

El censo fue un éxito y la gente se comprometió con uno de los eventos, como usted dice Doc, + importante. La muerte de Kirchner, nosè, me preocupa y la verdad, si bien no era de mi agrado, ´´el y ella, Cristina son los únicos, hoy capaces de presidir este país. Eso mi, mi desprecio absoluto, como usted dice al rata Cobos.

El Doc 9 dijo...

Una gran experiencia fue el censo. Sentir ese comproomiso, ese de Felipe. Todos fuimos Felipe, los censistas y los censados en el año del Bicentenario. A un país lo hacemos entre todos o no lo hace nadie. La muerte de Kirchner es un gran golpe pero también puede ser una gran esperanza si nuestra presidenta aguanta.
Este Doc9 es peronista, peronista del último Perón, nieto de un dirigente sindical de otros tiempos.
Se agradacen los apuntes, de los amigos, Ilusote, Border, Beker.
Mi total rechazo, furia, al ser màs despreciable de todos, nada + basura que los traidores. Como ayher en la Plaza se cantaba: "andate Cobos, la puta que te parió"

el_iluso_careta dijo...

yo no tuve oportunidad de leer ni escuchar a ningún "ultrapro" ni "ultracontra" sólo vi a un pueblo unido que rendía homenaje a quien nos devolvió la esperanza.
Si vi a un Cobos y duhalde cagones no asistir, bien aconsejados por el oficialismo que no quería empañar el adios de la gente con presencias nefastas. Y también vi el silencio de la gorda pedorra de Carrió que se encerró en un spa...(típico de su boludez mental...)

Anónimo dijo...

No los quiero a los peronistas, y no es el momento para entrar en detalles ni "hacer leña del arbol caido", pero en mis pocos años la unica ves que habia visto movilizarse al pueblo fue cuando le metieron la mano en el bolsillo (el cacerolazo del 2001 y los pro-sojeros mas actuales), pero es emotivo ver al la gente en las calles y sentirlas tristes, como decia el gran guitarrista de blues Albert King "el cielo esta llorando y las lagrimas corren calle abajo". El futuro dira como sigue la cosa...espero que los hipocritas de turno tengan un poco de codigos. Al menos esta vez

Omar dijo...

Muy buen relato !!! (no estoy de acuerdo con muchas consideraciones politicas, pero el relato es magnifico!)

El Doc 9 dijo...

Siempre bàrbaro Ilusote , gracias y la verdad, es preocupante esta muerte. Omar, bienvenido, lea todo, todo. anónimo, presentese, así es mejor. todos mejoraran, creo. La polìtica no hay códigos, es el arte de lo imposible, pero creo que todos mejoraran Abrazo grande... y feliz cumpleaños, querido Diego Maradona

Victor Zifredi dijo...

Cuente cfomo censista de usted o de Felipe Doc, que tristeza, a mi me queda un sabor amargo porque le tengo miedo, si miedo a Eduardo Duhalde, ser miserable, poderoso, tiene poder, porque èl banco a los intendentes que cagaron a Kirchner en las elecciones pasadas.

Marquitos dijo...

Gran nota, hoy domingo 24/10/10 sobre el sindicalismo

El sindicalismo en cuestión

Por José Natanson

El origen del sindicalismo argentino se remonta a las organizaciones anarquistas y socialistas formadas por los inmigrantes europeos llegados entre fines del XIX y principios del XX, que venían huyendo de la pobreza y el hambre pero también de las experiencias autoritarias en sus países de origen, y que trajeron con ellos, en los barcos, un rechazo casi genético a la autoridad: se formó así un primer sindicalismo combativo y contestatario, protagonista de reclamos organizados inéditos en el contexto latinoamericano, como la huelgas en la Patagonia o la protesta contra la Ley de Residencia.

Desde 1943, cuando asumió como secretario de Trabajo y Previsión, Perón fue estableciendo una serie de derechos laborales hasta ese momento inexistentes y logró encolumnar a casi todos los sindicatos bajo el paraguas del Estado. Sin llegar al extremo del varguismo brasileño, que se aseguró un control absoluto de los gremios, el primer peronismo creó un potente conglomerado de sindicatos adictos, que con el tiempo se convirtieron en su principal eje político y organizativo.

El sindicalismo peronista fue el blanco principal de todos los gobiernos autoritarios posteriores al ’55. Sin embargo, a diferencia de Brasil, donde el régimen militar quebró casi de un día para el otro la espina dorsal del sindicalismo varguista, en Argentina ni siquiera la última dictadura pudo acabar con los gremios peronistas, que en 1983 resurgieron en condiciones más o menos similares a las del pasado. Revivía así un sindicalismo potente, que puso límites y jaqueó al gobierno de Alfonsín, pero también un sindicalismo escasamente renovado: si en Brasil el novo sindicalismo liderado por la CUT de Lula surgió justamente de la lucha contra la dictadura, en Argentina hubo que esperar una década, hasta las reformas de los ’90, para un verdadero impulso de renovación sindical, protagonizado por la CTA.

Los ’90 produjeron un nuevo balance de clases y una reconfiguración del poder sindical. Esto fue resultado de tendencias mundiales que excedían a la Argentina, como la relocalización económica, la expansión del sector servicios y la feminización de la fuerza de trabajo, y también del estilo salvaje que adquirió el neoliberalismo argentino, donde se impuso una profunda flexibilización laboral mediante nuevos mecanismos de subcontratación, tercerización y empleo temporario. Como señala Victoria Murillo (“La encrucijada del sindicalismo argentino”), la apertura comercial y las privatizaciones afectaron a algunos sectores, como las empresas públicas y los sectores industriales protegidos, que en el pasado habían estado entre los más sindicalizados. Y todo bajo la amenaza, difusa pero disciplinadora, de un desempleo en aumento.

Marquitos dijo...

Gran nota, hoy domingo 24/10/10 sobre el sindicalismo

El sindicalismo en cuestión

Por José Natanson

El origen del sindicalismo argentino se remonta a las organizaciones anarquistas y socialistas formadas por los inmigrantes europeos llegados entre fines del XIX y principios del XX, que venían huyendo de la pobreza y el hambre pero también de las experiencias autoritarias en sus países de origen, y que trajeron con ellos, en los barcos, un rechazo casi genético a la autoridad: se formó así un primer sindicalismo combativo y contestatario, protagonista de reclamos organizados inéditos en el contexto latinoamericano, como la huelgas en la Patagonia o la protesta contra la Ley de Residencia.

Desde 1943, cuando asumió como secretario de Trabajo y Previsión, Perón fue estableciendo una serie de derechos laborales hasta ese momento inexistentes y logró encolumnar a casi todos los sindicatos bajo el paraguas del Estado. Sin llegar al extremo del varguismo brasileño, que se aseguró un control absoluto de los gremios, el primer peronismo creó un potente conglomerado de sindicatos adictos, que con el tiempo se convirtieron en su principal eje político y organizativo.

El sindicalismo peronista fue el blanco principal de todos los gobiernos autoritarios posteriores al ’55. Sin embargo, a diferencia de Brasil, donde el régimen militar quebró casi de un día para el otro la espina dorsal del sindicalismo varguista, en Argentina ni siquiera la última dictadura pudo acabar con los gremios peronistas, que en 1983 resurgieron en condiciones más o menos similares a las del pasado. Revivía así un sindicalismo potente, que puso límites y jaqueó al gobierno de Alfonsín, pero también un sindicalismo escasamente renovado: si en Brasil el novo sindicalismo liderado por la CUT de Lula surgió justamente de la lucha contra la dictadura, en Argentina hubo que esperar una década, hasta las reformas de los ’90, para un verdadero impulso de renovación sindical, protagonizado por la CTA.

Los ’90 produjeron un nuevo balance de clases y una reconfiguración del poder sindical. Esto fue resultado de tendencias mundiales que excedían a la Argentina, como la relocalización económica, la expansión del sector servicios y la feminización de la fuerza de trabajo, y también del estilo salvaje que adquirió el neoliberalismo argentino, donde se impuso una profunda flexibilización laboral mediante nuevos mecanismos de subcontratación, tercerización y empleo temporario. Como señala Victoria Murillo (“La encrucijada del sindicalismo argentino”), la apertura comercial y las privatizaciones afectaron a algunos sectores, como las empresas públicas y los sectores industriales protegidos, que en el pasado habían estado entre los más sindicalizados. Y todo bajo la amenaza, difusa pero disciplinadora, de un desempleo en aumento.