16/6/10

Continuatum chupandus est¡


Hoy 16 de junio se cumplen 55 años de la única vez, al menos en américa latina, que su propia fuerza militar, tira bombas a su propio pueblo, el mismo que dice defender. Nunca había sucedio algo así. ¿Cuantos civiles murieron?, no se sabe. Dicen que cientos. Como esos nenes de un micro escolar. ¿Que hubiese pasado si el entonces presidente Juan Perón mandaba a fusilar a sus camaradas por traidores y asesinos?, hubiese pasado el golpe sangriento de 1976? Emilio Massera fue uno de los genocidas del 55.
Lo cierto es que Doc 9 está en Planeta Pelota tras el inicio del Mundial de fútbol en Sudáfrica. Aún así, había que apuntar, recordar ese genocidio que terminaría, ante la amenaza de bombardear otra vez a gente inocente, en el derrocamiento de Perón, el mismo día, del mes de septiembre.

El odio. El odio de clases sigue. Y que mejor que recordarlo, en Planeta Pelota, con la defensa que el maestro Alejandro Dolina, brindara al mejor, Diego Maradona (link/Doc9).

* Este Apunte, además de las víctimas del 16 de junio de 1956, es dedicado para Club del Fernet.


"Una oyente dice: 'Estimado Dolina, ¿ya no defiende más a Maradona? ¿O acaso ya no hay ningún Sargento Cruz? Vea: Ud. ayudó a alimentar al monstruo que tan bien nos hace quedar ante la prensa mundial. Cordialmente. Ingrid Hammer'.

Mi respuesta es SÍ. Yo he resuelto -después de un extravío- bancar a Maradona en esto. ¿Sabe por qué? Por personas como usted. La indignación burguesa que sucedió al exabrupto de Maradona fue totalmente patética y asqueante. Un mundo totalmente hipócrita, el mundo de la radio, donde se escucha eso mismo que Diego dijo bajo emoción violenta, pero libreteado (y en la televisión ni hablemos), ese mundo se indignó. Esos tipos se indignaron. Y esa indignación burguesa me hace ponerme inmediatamente en la vereda de enfrente.

Y lo que un tipo dijo, obnubilado por el momento, por la emoción, por su propia historia, y por su propia condición, después fue repetido ad nauseam por todos los noticieros, con subrayados, subtitulados, duplicaciones, ampliaciones y circulación por Internet, por tipos que no estaban ni obnubilados, ni en estado de emoción violenta, ni perturbados por ninguna cosa, sino que lo planearon diecinueve mil veces. Esos tipos ahora se ponen en la superioridad moral de preguntarme a mí si lo defiendo a Maradona. Bueno, sí, lo defiendo. Si es contra ustedes, lo defiendo. Lo defiendo totalmente.

Y eso de "que tan bien nos hace quedar ante la prensa mundial"... ¡Cipayos provincianos que quieren quedar bien con sus supuestos amos europeos! ¡Yo no tengo ningún interés en quedar bien ante la prensa mundial! ¡No es ésa nuestra obligación! ¿Qué tenemos que quedar bien ante nadie? ¿Ante quiénes? ¿Ante gobiernos que aniquilan a sus enemigos? ¿Ante quién tenemos que quedar bien? ¿Dónde esta la Fiscalía del Universo? ¿Dónde está la reserva moral de la Humanidad? ¿En Estados Unidos? ¿En Europa? ¡Déjeme que me muera de risa, Ingrid Hammer!

Y otra cosa: muchas veces, pero muchas, en los medios se dicen cosas muy interesantes.

Yo he escuchado casi revelaciones, a veces, dichas por tipos a los que yo admiro mucho. A veces son intelectuales, como, no sé, el finado Casullo, o Dubati, o José Pablo Feinmann, tipos que realmente tienen un pensamiento interesante. Otras veces son artistas, o incluso locutores, del calibre de Larrea, o de Carrizo, tipos que por ahí dicen cosas que te hacen decir "pero mirá que bien pensó éste". Bueno, a esos NUNCA, nunca los vi duplicados en los noticieros, con subtitulados y subrayados. No los vi nunca porque a esta gente no le interesa el pensamiento ni la inteligencia, le interesa la BASURA. Y entonces Maradona dice esto y ellos lo repiten ciento diez mil veces. Eso es un asco.

Así que ¿a qué jugamos? ¿Qué es esto? ¿Qué es esto de indignarse, de enojarse y de sorprenderse? Lo dice un Senador de la Nación, y es un piola. Lo dice Maradona, y aparece todo el racismo, todo el desprecio por los pobres, aparecen los de siempre, los muchachos de siempre, a indignarse: ¡oh, la cultura! ¡Nuestro embajador! ¿Qué embajador? Es Diego Maradona, viejo. Los que tienen que ser cultos son ustedes, no él. Él tiene que dirigir la Selección de Fútbol, y si lo eligieron a él, bueno, es ése, y no Pancho Ibáñez.

Así que sí, lo defiendo a Maradona. Ante usted lo voy a defender siempre".

5/6/10

Codesal...



Cayó en las postrimerías del año 1989. Casi tres décadas estuvo ahí, separando a familiares y amigos. El Muro de Berlín fue construido el 13 de agosto de 1961. Duró casi 30 años. Su objetivo: partir al medio a uno de los países más poderosos del mundo, Alemania. La derrota germana en la segunda Guerra Mundial, los juicios de lesa humanidad por los crímenes del nazismo más los eternos tirones entre las dos potencias bélicas de ese momento, -Estados Unidos y la Unión Soviética-, obligaron a separar a las dos Alemanias, en la occidental y la oriental.
Años de lucha, lograron que a fines de la década esa gran pared cayera. Volvía la luz a Alemania. Faltaba la gran tarea: ¿cómo hacer nacer el amor entre hermanos divididos?, ¿de que modo se podían dejar de lado los rencores y las diferencias?.
El fútbol; el fútbol podía despejar esas dudas. Es que en meses, en 1990, en Italia, se estaba por realizar el Mundial del deporte más popular del mundo.
Alemania es una potencia mundial en todo. En fútbol, su selección disputó en seis oportunidades la final, superando a Brasil, Italia y Brasil con cinco y a la Argentina con cuatro.
Dicen que la llamada teoría conspirativa consiste en la explicación de un evento o más que ya sucedieron o están por suceder, sean políticos, sociales, deportivos o históricos, a partir de ocultar sus verdaderas causas.
¿Debía a cualquier precio salir campeón Alemania en ese 1990?. Y si así lo fuera, la FIFA (el mandamás futbolero), podía contradecir los intereses del anfitrión, la poderosa Italia?.
Lo cierto es que en esa competencia, Alemania no podía presentar mejor equipo. Comandos nuevamente por su estrella Franz Anton Beckenbauer, con jugadores como Jürgen Klinsmann y Lothar Matthäus , los germanos buscaban sacarse la espina de las derrotas en los mundiales pasados en 1982, frente a Italia y en 1986, con la Argentina de un descomunal Diego Maradona (Doc9/link).
Partido tras partido, los germanos consolidaban su camino a obtener la Copa, pero unos gladiadores, de más corazón que fútbol podían arruinar los planes. Era la Selección Argentina, comandada por un Maradona todo roto, un veloz Caniggia y las Manos que Dios parecía ahora prestarle a su arquero, Sergio Goycochea.
Alemania y la caída de su Muro. Un gol, un festejo total ante el mundo en el deporte más amado y así, un abrazo entre germanos desconocidos, familias partidas por una pared.
¿Y si a esos locos de Argentina se les cruzaba la idea de arruinar los planes como hicieron con el anfitrión Italia y el poderoso Brasil?. ¿Acaso su estrella, Maradona, no había partido a los italianos por la mitad, una especie de muro invisible, cuando condicionó con la memoria a los napolitanos del sur contra los ricos del norte a que alenantara a la Argentina en desmedro de su propio país?
Hacía pocos días que el uruguayo, nacionalizado mexicano, Edgardo Codesal Méndez había cumplido 39 años. El por entonces presidente de la FIFA, el brasilero Joao Havelange –Brasil fue eliminada por la Argentina en los octavos de esa competencia- le hizo el mejor regalo: dirigir la final entre los argentos y Alemania.
Alemania llegó al match con todas sus figuras. Argentina, como especie de castigo divino, de los campeones de 1986, en el campo sólo estaba Diego Maradona. Los argentos resistían en un partido más friccionado que jugado. Las faltas se sucedían pero Codesal dejaba rodar la pelota. Faltando sólo 4 minutos para el final, el juez uruguayo/mexicano cobra un penal que el alemán Andreas Brehme convirtió de la mejor manera. La Selección de Bilardo venía resistiendo desde mediados del segundo tiempo cuando su defensor Pedro Monzón fue expulsado. ¿Había que ayudar al mejor equipo del Mundial? Lo cierto es que a un minuto del final, Codesal le saca la roja a otro argentino, Gustavo Dezotti.
No sólo eso; el juez no cobró en el minuto 90 un penal a Gabriel Calderón, y la Argentina perdió uno a cero.
En toda Alemania, sin el Muro, los “hermanos unificados” salieron a festejar. Un grito, un dolor de desahogo de todos los alemanes separados. Argentina se banco esa derrota con dignidad inmortalizadas en las lágrimas de Maradona. Nada sería igual para ese ídolo argento, en su relación con la FIFA y una persecución que nunca terminaría.
Lo que poco se informa es que Codesal, meses después, fue denunciado por dirigentes del fútbol de todo el mundo. Muchos, entre ellos Maradona y Bilardo, presentaron nota para que el juez fuera suspendido por las autoridades de fútbol mexicanas. La FIFA n dejó que Codesal dirigiera en Copa Mundial de Fútbol de 1994. La CONCAFAF lo eyectó de sus filas
Hace diez años, Joao Havelange diría de Codesal y la final de 1990: "de ese partido recuerdo que el árbitro fue muy severo con la Argentina. El Mundial se definió por un penal. Y eso no está bien. No se si fue infracción o no. Pero faltaban pocos minutos para finalizar el encuentro. De haber estado en el lugar de Codesal no hubiera cobrado ese penal, y menos a pocos minutos del final cuando en el partido no se había cobrado ninguna falta. Alemania debió demostrar que podía vencer a esa Argentina de tanto orgullo”.
Hoy Codesal es miembro de la comisión de arbitrajes de la FIFA. Dicen que anda recorriendo Sudáfrica. Ojala te vean Maradona y Bilardo, pedazo de rata.


Apunte a tener en cuenta.:

El prólogo es el pasado (link)