18/9/12

"Dudo, pienso y luego existo", R. Descartes



Enojarse es perder. Quien no enriquece con argumentos sus acciones, y opta por el enojo, pierde. El mundo necesita reflexionar, es decir, utilizar el don más grande que los humanos tienen sobre los otros animales. La capacidad de dudar, de razonar. Ser pensantes. Dejando de lado el instinto más básico que tienen los otros seres vivos, que es el instinto primario de la fuerza física y no psíquica. Pensar, y sacar conclusiones.
Pensar, pensar, y salir. Se sale de ser personas pensadas por otros. Y en la Argentina hay muchos intereses, de personas que quieren que pensemos lo que otros dicen que hay que pensar por ellos. La distracción, cuyo vértice mayor es la televisión, es funcional a esas personas que quieren que los demás piensen en lo que ellos creen.

No se ama lo que no se conoce. Pensa en tu país. 
Para entender. Hay unas cien familias que sacan y ponen presidentes y líderes mundiales que sean afines a sus negocios. La mayoría radica en Inglaterra y los Estados Unidos y están dispuestos a lo que sea con total que nadie más crezca que ellos. Por algo, un Rockefeller, Nelson fue vicepresidente de los Estados Unidos, representando el Partido Republicano, apoyado por la familia Bush. Los parámetros para medir el accionar de esas familias no es decir si son “buenas o malos”; defienden negocios. Y tienen representantes en todo el mundo que están dispuestos a lo que sea para que todo siga igual.
Si el sueño revolucionario de Fidel Castro y el Che Guevara tuvo éxito, fue en gran parte porque a esas familias ya no les servía el dictador Fulgencio Batista. Los Estados Unidos no movieron ni un dedo para impedir la caída batistiana. Fueron esas familias que crecieron tras la victoria Aliada de la Segunda Guerra Mundial, y la imposición de la Doctrina de la Seguridad en toda América cuando se dieron cuenta que Castro no iba a cumplir lo que las familias mandaban. Los mismos que antes inflaron al líder alemán Hitler y luego se les fue de las manos. Si los Estados Unidos tiraron la bomba atómica a un Japón ya derrotado, fue para marcar la cancha a la otra potencia del entonces, la ex URSS.
Así, entre los 60 y los 70, las dictaduras militares coparon América. Videla en la Argentina, Bordaberry en Uruguay, en Brasil. Alberto Pérez fue corrompido en la Venezuela demócrata y engendró sin quererlo a Hugo Chavez, que vino a cambiar a fuego esa realidad. La democracia de los 80 fue frustrada y en los 90, vino lo peor desde el engaño: Los Menem, los De la Rúa, los Collor de Melo en Brasil, Fujimori en Perú, Bucaram en Ecuador, la crisis de Bolivia que llevó tres presidentes y bueno los cinco argentinos.

Analicemos el pensamiento:
Encuesta Doc9: Incrementar la industria nacional
Desde el momento que Cristóbal Colón, un empresario navegante dispuesto a emprender nuevos negocios descubrió accidentalmente la tierra que luego sería el continente americano, el mundo cambió. Primero, el occidental y luego el oriental. El entonces imperio español, de donde provenía Colón y el apoyo de ese reinado solo "vivió" a América. Nunca invirtió. Fue una invasión de hombres solos y desesperados, comandados por mercenarios mercaderes que venía con la espada en una mano de la conquista y la cruz del Evangelio del otro. La imagen del Cristo torturado al cansancio, colgado de la cruz fue más que suficientes para que la Iglesia mediante la Inquisición, destrozarán a los primeros habitantes de estas tierras. Fueron esclavizados los hombres y violadas las mujeres. Primera conclusión: Torquemada, el referente Inquisidor era el confesor de la reina Isabel, La Católica, quien financió económicamente la expedición de Colón. ¿Queda claro?
Mientras los viajes por el mar se sucedían entre el continente saqueado y la España que crecía y gastaba los recursos, Inglaterra, comenzaba a ser el imperio naciente que copa el mundo hoy, el único país que tiene su moneda -la libra esterlina- en una Europa que se cae a pedazos. La construcción de poder inglesa demandó 200 años en comparación con el descubrimiento español. Fue en 1642, cuando la Corona británica prohibió circular por sus tierras a los barcos extranjeros transportar mercaderías que no fueran de Inglaterra, del propio país. Segunda conclusión: 200 años son pocos para construir un país y que siempre hay que pensar en ser un Estados industrial y no sólo vender las mercaderías primarias. ¿Cerrar las importaciones?
Al gestar un fuerte poder, Inglaterra también construyó una Mercadería Mercante y otra Guerrera que copó todos los mares. Así, casa galeón español que venía era saqueado, tanto por los buques guerreros ingleses, como por los barcos "piratas". Poco o nada llegaba a esa España plagada de corrupción, que vivía la América sin invertir en su desarrollo y encima sufría los embates de las naves inglesas.
Pensar, dudar, razonar, no repetir lo que otros dicen. Ese fue el camino que tomó René Descartes y en 1637, casi al mismo tiempo que comenzaba a crecer  Inglaterra, al escribir el "Discurso del método", obra que estimulaba a pensar, a no repetir lo que otros decían por sus propios intereses. El objetivo: levantar el espíritu y el autoestima. ¿Va quedando claro?.
Tercera conclusión: entre 1637 y 1641, breve tiempo y contemporáneo para pensar que país se quiere, con una industria fuerte, con inversión y no malgastar los recursos primarios en beneficio de una pequeña dirigencia que crecía en desmedro de una mayoría que no pensaba, que estaba cómoda, más creyendo que el poder de los Reyes venía de Dios y así se justifica toda clase de porquerías y vejámenes.
Cuarto conclusión: Inglaterra supo construir poder porque sus habitantes creyeron en su país y sobre todo pensaron, escuchando más a aquellos que sueñan que los que se viven quejando y viendo solo lo malo. Los ingleses, incrementaron su industria y tuvieron su gran Revolución industrial, dirigida en dos etapas: la primera del año 1750 hasta 1840, y la segunda de 1880 hasta 1914.
Pero como todo lleva su proceso, dos revoluciones de pensantes se llevaron más de un siglo después de Descartes. La primera, en 1776, los ingleses que habían copado la parada en extremo norte de la América española, y sus hijos nacidos en esas tierras, se sublevaron contra los ingleses y declararon su independencia de Inglaterra. España trató de reaccionar para que en el extremo sur americano no pasara lo mismo, y en ese mismo año 76, puso en marcha el Virreinato del Río de la Plata.
La otra revolución, la de pensar y de la clase de la burguesía, es decir, los comerciantes que se plantaron a los señores feudales y a los Reyes, fue en Francia, en 1789. Fue la gran idea del pensamiento.
Con ideas como la igualdad, libertad, fraternidad, ambos sentidos revolucionarios, es decir, del cambio se trasladaron por todo el mundo. En 1810, hombres estudiosos de esas epopeyas, como Manuel Belgrano y Mariano Moreno, gestaron la Revolución de Mayo, que en realidad no fue un gran cambio como la Francesa o la de Nueva Inglaterra (es decir los Estados Unidos de América del Norte), sino que se cambió el vetusto y arruinado imperio español, ese que destruyó y no invirtió desde 1492, por el mismo sistema pero manejado desde Buenos Aires, la puerta (porteños) cuya vía era y es el Río de la Plata.
Los revolucionarios porteños pudieron hacerlo porque tuvieron el apoyo de Inglaterra que entendió que no debía directamente por las armas apropiarse ahora de la América del Sur, tras los intentos fallidos de 1806 y 1807, sino encararlo indirectamente por el comercio.
Quinta conclusión: Inglaterra apoyó a los americanos del sur para liberarse de España. Luego, el plan era seguir con las recetas que el inglés Adam Smith seguía aconsejando a los Estados Unidos de América del Norte, pero ahora par las Provincias Unidas del Sur, de que no abandonen su vocación agrícola. Adelantados fueron el secretario del Tesoro de George Washington, el primer presidente estadounidense, Alexander Hamilton de sugerir la profundización de la industria, con buenos productos y no importar sino exportar. Para 1861, en la guerra civil de ese país, el mismo camino tomó el general Ulises Grandt, sobre que su  país tenía que imitar a Inglaterra en lo que hace y no en lo que predica.
Sexta conclusión: se trata de pensar, de no repetir. Estas tierras, las americanas, las grandes, fueron, son y serán de gran interes por esas cien familias que manejaron y manejan presidentes y líderes mundiales. En su mayoría son inglesas y de su hijo natural, los Estados Unidos, el país sin nombre.

El secreto es pensar, estudiar los temas, conocerlos para saber, saber para quererlos y quererlos para ser. Nada se puede cambiar con tristeza, si nos creemos que “este país es una mierda”. La Argentina ha sufrido grandes desilusiones, traiciones de sus propios gobernantes que son el espejo del pueblo, quienes no cumplieron lo que prometieron en pos de esas familias que banca el FMI. No hay que comprarse esa idea de que hay una maldición y países que nacen buenos y otros malos, que llevan una cruz. Menos la Argentina con su riqueza humana, climática y territorial. Pero también es un territorio que siempre gustó, y que las familias indirectamente han colonizado. “No entremos como guerreros, entremos como comerciantes, colonizemos sus mentes”, dijo en 1808, el pope inglés George Canning. Siempre, en el mundo, hay un argentino/a que triunfa en algo, que descubre una vacuna, que sale campeón en algún deporte. El poder, de esas familias no quieren que otro país se les sume, como pasó con Estados Unidos, antes y ahora con China.
Dudar, pensar, y así existir. Siempre será mejor para la salud de uno, soñar, tener utopía, creer, que llenarse de broncas, de furia, y de pensar, lo que otros argentinos, por dinero, funcionales a esas familias, quieren que pensemos, para ser un pueblo triste, que nunca vencerá. Nacimos en la Argentina, y hay que pensar los intereses argentinos. Si hubiéramos nacido en Suiza, en Inglaterra, España, Bolivia, pensaríamos esos intereses, pero no es así. Dejar de ser un pueblo adolescente que culpa a otros de sus desgracias, al representante que sea –Cristina, Macri, Scioli, Alfonsín-y hacernos cargos, porque hay una generación que se muere de políticos, por edad, y ahora es nuestro turno. Abrazo

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5/9/12

El viejo Archie

La realidad no siempre es la verdad. Tampoco son los hechos los que definen que es la veracidad de lo real. Son las interpretaciones de los hechos, y sus diferentes matices, las que forman opinión; de ahí que al poder, en el camino sinuoso para instalar una verdad, interprete los hechos desde los medios de comunicación.
Eduardo Galeano sostiene que los seres humanos además de estar formados por átomos, están hechos de historias. Y de ahí, las interpretaciones.
En este Apunte, quien esto escribe hace una interpretación de un hombre que tiene cientos de historias. Un hombre generoso, especialista en lo suyo, que murió poco recordado, pero tiene el récord de haber transitado el camino de otras grandes celebridades. Su nombre, Archibald Lee Wright, conocido como Archie Moore.
Escuela de Box, en la Capital de la Argentina, Almagro.
Cuando Diego Maradona, el mejor jugador de todos los tiempos, festejaba sus 14 años de vida en un tugurio de Villa Fiortio, en su país, -30/10/1974- en la otra punta del hemisferio, Archie acompañaba al entonces campeón del mundo de peso completo, George Foreman a Kinshasa en la ciudad capital de la hoy República Democrática del Congo (en ese momento Zaire), donde debería combatir con el legendario  Muhammad Ali, doc9, el que sería el o uno de los combates más emblemáticos de la historia del boxeo. Durante uno de los entrenamientos, Foreman sufrió un corte en un ojo, lo que le obligó a posponer el combate un mes más. Durante ese tiempo, Ali se dedicó a autopublicitarse y a buscar popularidad entre la población del Zaire, lo que dejó a Foreman la figura de malo. Finalmente, el veterano y siempre sorprendente Ali, contra todos los pronósticos, venció al invicto campeón Foreman, tras derribarlo en el octavo asalto. El Rey Alí había vuelto. ¿Porque Foreman no terminó por hundirse en una depresión y volvería alternadamente a boxear, hasta retirarse campeón casi a los 50 años de edad en 1999?
Archie Moore estuvo en la esquina de Foreman en esa noche lluviosa y ante más de cien mil personas, el día que Alí terminó con el invicto de su "chico". Moore había nacido el 13 de diciembre de 1913.

Estadio de fútbol de Temperley, provincia de Buenos Aires
No era fácil ser negro, pobre y huérfano en aquellos tiempos. Archie revindicaba las luchas que décadas después levantaría y sufriría en carne propia el propio Alí, quien su propio país, los Estados Unidos sancionaron duramente por negarse a apoyar a la guerra de Vietnam. Pero el viejo Archie ahora estaba con Foreman, era su pupilo, y debía apoyarlo.
¿Porqué Foreman llevó a este hombre a su esquina siendo el joven campeón mundial? Archie conocía todo del boxeo. Comenzó a transitar los cuadriláteros en 1936, logrando ser fue campeón mundial mediopesado en 1952 , ante Joey Maxim.
Archie transitó el camino de otros grandes. Con el título de campeón desafió a Rocky Marciano y, después de derribarlo, perdió por KO en 1955. Y a los 48 años no dudó en desafiar a la joven promesa, el campeón
Cassius Clay, antes de comenzar a ser Alí, y después de darle un buen trabajo perdió por knock out.
 Archie, el grande. El que supo transitar los caminos de grandes boxeadores como Sandy Saddler, Willie Pep, Ray Robinson o el propio Rocky Marciano.
Amó el boxeo y todas las aventuras del ring. Y a los 51 años, en ese año 74, en el Festival de la Jungla de Zaire, estaba en la esquina con Foreman.
Porque Archie tenía un estilo de ataque decidido y una personalidad envolvente. Y era peronista...
Foto del gran campeón -el del medio-Primo Carnera. Tomada en pizzeria Banchero de la Boca
Es que durante su reinado, entre1951 y 1953, Archie Moore no sólo sedujo por su estilo o por su contundencia, sino también por su generosidad. Esas actitudes lo convirtió en el preferido de Evita .


Archie estuvo primero en el Luna Park, y luego en las provincias de Córdoba, Tucumán y en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca.
Juan Perón era un amante del boxeo. Seguidor de las peleas de José María Gatica, el entonces presidente argentino, presenció en compañía de su esposa Eva, el rotundo knock-out ante Alberto Lovell, en el primer round. Alberto fue familiar de Pedro Lovell, ex boxeador, quien ofició de actor -era Spider Rico-un pugilista que aparece enfrentando al personaje de Rocky Balboa en la película Rocky de 1976, y luego, en la Rocky 6 de 2006 haciendo el mismo personaje.


Arvhie Moore murió en 1998 a los 84 años. Desde 1974 estuvo apoyando a Foreman, quien se retiró en 1977, aún dolido por la derrota frente a Ali. Archie lo sostenía, lo cuidaba. Le hablaba del peronismo, de como había que aguantar. George volvió en 1987 y para 1997 era nuevamente campeón del mundo casi a la misma edad que Archie lo había acompañado en Zaire. 
Muerto Archie, Foreman se retiró definitivamente. Nunca pudo cumplir su sueño de enfrentar a Mike Tayson.
No fue el motivo de venganza por la paliza que Ali -aún era Clay- (ver pelea) le propinó al viejo Archie, la causa por acompañar a Foreman a Zaire. Tampoco fue la busqueda de la fama olvidada, porque el Viejo Archie nunca había perdido el reconocimiento. Archie decía que era peronista. Y como el peronismo, no hay que entenderlo, hay que comprenderlo, no odiarlo, sino situarlo e interpretarlo. Igual que a Archie. 

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