Los Apuntes surgen de nuestra experiencia, de nuestros dolores y de las vivencias de nuestras reiteradas esperanzas. Abrazo y que los disfruten. Bienvenidos los aportes que sumen.
13/5/10
Declaraba y me iba
Algunos le pegaban hasta hacerlo desmayar. Otros, directamente lo torturaban. Sumergían sus manos en agua hirviendo. La espalda, a veces, era sometida a palazos. La cara, picada con quemaduras de cigarrillos. El cuerpo, desnudo, mojado por horas en agua helada
Para el final de los años sesenta de esa Argentina, la violencia política comenzaba a tomar el color de la muerte. El mayor movimiento político, el peronismo, estaba prohibido desde hacia más de diez años. Otro argentino, un tal Ernesto Guevara, conocido como el Che, acomodaba su revolución cubana. El mundo repudiaba la invasión estadounidense a Vietnam, mientras crecía el mito del hombre en la Luna. En la Argentina, el sindicalista de la UOM, Augusto Vandor era asesinado, y su heredero natural, José Rucci (Doc9) correría la misma suerte tiempo después. Atrás quedaba el Cordobazo y la muerte de Aramburu (Doc9), ejecutado por un grupo nuevo, denominado Montoneros.
Si la violencia se paseaba por todos lados, porque iba a ser ajena a ese pueblo de San Javier, en la provincia de Santa Fe. Cada vez que había algún robo, una pelea callejera, la policía local se lo llevaba a él, al hermano de Carlos, alias el Negro y lo molían a palos. Carlos también cobraba, sin proceso alguno, sin presencia de abogado defensor. El Negro siempre repetía: “Declaraba, y me iba”. Creía que el método era ese, “declarar e irse”. La policía siempre cumplía el mismo esquema. Alguna sospechabilidad de algo ilícito, caían Carlos y más su hermano menor, aunque nunca cometieron delito alguno.
De una familia muy humilde de cinco hermanos, estos dos siempre ligaban por la “cana”. Carlos, que era bueno con las manos, comenzó a practicar boxeo en el gimnasio del club del pueblo. El destino quiso que su camino se cruzara con el buscador de talentos boxístico, Amílcar Brusca y luego con el redentor del mítico estadio deportivo porteño Luna Park , Juan Carlos Tito Lectoure.“Declaraba y me iba”. El boxeo abrazó a Carlos, quien comenzaba a perfilarse como el gran campeón, el mejor pugilista argentino de todos los tiempos. Carlos Monzón obtuvo el título mundial frente al italiano Nino Benvenuti y el récord de 14 defensas contra los grandes boxeadores de la época. Carlos entraba al podio de los elegidos como Diego Maradona, el tenista Guillermo Vilas y el piloto Juan Manuel Fangio. Si bien tuvo una carrera brillante, nunca olvidó a esos policías corruptos que lo violentaban a él y a su hermano.
En 1988, hacia once años que Monzón era un boxeador retirado invicto. Conocía la farándula y había sido el novio de la diva Susana Giménez. Ese año, llevaba tiempo invertido en su pareja con la modelo Alicia Muñiz. Fruto de ese amor, había nacido su hijo Maximiliano. Carlos tenía 45 años. La relación con la Muñiz no estaba bien. Para el mes de enero de ese año, la modelo estaba con su retoño en la Capital Federal y Monzón en su chalet de Mar del Plata. Dicen que Alicia tenía una particularidad a la hora de amar a Carlos. Gozaba, con la violencia carnal, sacando lo peor del campeón. La fama de semental, Carlos la tenía desde tiempos de la Gimenez, en la filmación juntos de la película La Mary. Parece que en febrero de ese año, a Carlos se le fue la mano, en medios de la cantidad insultos para violentarlo y calentarse, estranguló a Alicia y la tiró del balcón.
“Declaraba y me iba”. Volvió a creer Monzón antes el juez. No fue así. Duros meses de prisión preventiva, lo esperaban en la dura cárcel de Batán. No había VIP para el campeón. Los “porongas”, como son llamados en la jerga carcelaria los reos más duros, lo esperaban sedientos de probar la carne del ex campeón. Monzón no durmió por semanas. Temía ser violado, ultrajado. Nunca pidió clemencia ni al juez, a sus abogados o los guardias. El recuerdo de los policías correntinos era difícil de olvidar. La memoria sabe a veces más que uno mismo. Carlos sólo confiaba en lo mejor que tenía. Sus puños.
“Declaraba y me iba”, un testigo improvisado por el azar, el cartonero Baéz, sentenciaba la suerte del ex campeón. Monzón fue condenado a once años de prisión por homicidio simple.
“Declaraba y me iba”. Carlos Monzón fue el mejor en boxeo, porque tenía entre tantos cosas, un temple único. Esa misma personalidad de ring, lo convirtió en líder de ese pabellón carcelario. Uno a uno, mano a mano, con esos mismos ganchos, rectos, jabs, upper kout, que lo llevaron a la gloria, fajó a cada uno de quienes lo desafiaban. Monzón era el más “poronga”.
Tras cumplir un tercio de la condena, en enero de 1995, Carlos, a bordo de un destartalado Renault 18, volcó en Los Cerrillos, a cuarenta kilómetros de la ciudad de Santa Fe, en esa provincia que lo vio nacer.
Una multitud despidió al mejor boxeador argentino de todos los tiempos. “Declaraba y me iba”; en el Apunte, un recuerdo que husmea a Carlos Monzón, el mejor boxeador (Doc9) argentino en la historia.
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10 comentarios:
Increible esta histori. Monzón, no lo vi directo, pero que pegada ese hijo de mil. No la habrá pasado nada bien en su vida ese tipo aunque digan tdo lo contrario. Abrazo Doc, me gusta mucho ese homenaje a los boxeadores que usted lleva adelante.
En la NBA lo que hicieron para evitar estos mismos casos la implementacion de un curso para todos los debutantes (no importa su edad) de varios meses.
Entre los cuales le hablan sobre el trato hacia la gente, los periodistas, las señoritas de calzones ligeros y hasta le enseñan que si es sexo casual el preservativo se lo sacan ellos lo anudan y se tira al inodoro. A riesgo de no tener algun hijo no deseado.
Y eso noto que falta aca a todos los deportes, ya que son varios los que por x causas no terminan el primario en algunos casos, enseñarles eso mismo.
Una historia de vida dificil la de Monzon.
Abrazo grande.
Grcs Doc por esta historia q venia reclamando la memoria del mas grande boxeador (para mi) de Argentina. No se mucho de boxeo, pero me gusta verlo, y quiza Monzon no era un boxeador tecnico, pero sabia como pegar, y nunca, en mi vida, vi una tremenda trompada como la q le puso al tano al consagrarse campeon mundial, q hasta Benvenutti, años despues, reconocio q en toda su vida como boxeador fue el golpe q mas le dolio. Es imposible olvidar como se le mueve la cabeza al pobre tano despues del trompazo de Carlitos. Su vida privada, y bueno, no difiere mucho a la de los boxeadores, si es o no un asesino...no soy quien para juzgarlo, pero como boxeador, me pongo de pie, y esa trompada, es quiza, un momento de esos q nunca te podes olvidar como el gol de Maradona a los ingleses o le doble de Ginobilli a Estados Unidos en las olimpiadas. GRANDE CARLOS!!! Q EN PAZ DESCANSES!!!!
Doc siempre nos haces el entre, nos metes en el tema por una de las puertas al conociemiento y al fnal nos temimnamos enganchando con tu historia que poco tiene que ver en este caso con vandor, rucci o montoneros, que buen maestro eh!!
hacen falta maestros como vos
que no se den por vencidos, que busquen puertas alternativas...
en las secuendarias principalmente...
al final por mas que uno no quiera o no le interese el boxeador en este caso termino leyendo todo de punta a punta apreciando cada parrafo del escrito
que kapo doc!!
que kapo... feliz bicentenario a lucir esa escarapela!!!!!
(si este blog fuese feisbuc yo sería una fan)
Una vida signada por sufrimientos y también por la violencia, como camino, medio de vida y condena...
Muy buen apunte, señor!!
Saludazos!
Como siemre digo, los Apuntes de estos Apuntes, enriquecen el dato. Eternamente agradecido. Un abrazo a todos
Porqué los medios no han contado esta historia?nunca supe que a Monzón lo mandaron al pabelló común. Un abrazo Doc
gran apunte docazo...sólo disiento en el hecho de catalogarlo como el mejor de argentina...lejos está de serlo...ni siquiera tiene el mayor record de defensas que la tiene narvaez...
monzón un personaje como pocos...
ahh postie despues de mucho tiempo en mis dos blogs...abrazo...
Narvaez, esta haciendo todos los méritos para pasar a la historia como el mejor boxeador de todos los tiempos. Monzón, fue Monzón, otra categoría. Aunque el más popular de todos, creo que sigue siendo lugar de Ringo Bonavena¡¡
PAra mi el más grand es Locomotora Castro, viejo¡¡ como olvidar ese ganchaso cuando ganó el título del mundoa. Abrazo Doc
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