13/4/13

Bolitas


El busca tesoros y comerciante Cristóbal Colón murió sin saber que su aventura no fue únicamente fundir y generar un genocidio en una tierra que creyó eran una prolongación de las Indias.
Tuvieron que pasar casi 300 años para que el lado norte de lo que en realidad era el continente americano se subordine, pueda crear una industria y ser una Nación independiente libre del yugo que en ese sector era inglés.

Bolivia. 2001.Israel. Argentina.
No se trata del país; tampoco del año de mayor crisis política y económica de la Argentina. El año de las Torres Gemelas en el país son nombre. Bolivia, es una película argentina de Isreal Caetano, su director, estrenada en ese año fatídico 2001.
Una película de ideas que tanto tienen del ayer como del presene para comprender lo que pasará mañana.
En la querida Argentina, existe mucha discriminación hacia si mismos, los peruanos, bolivianos, paraguayos, chilenos, principalmente los tres primeros.
En 1776, mismo año en que en la América sureña, el invasor original de tiempos de Colón, España, creaba el Virreinato del Río de la Plata con asiento en el puerto de Buenos Aires cuyo único interés era económico: trasladar materias primas a la Corona.
Para esas alturas, Inglaterra ya era dueña de los mares y España el imperio en decadencia y con ella, las colonias olvidadas al compás del flamante Virreinato porteño en desmedro del interior provincial inminente.
Los ingleses comprendieron en 1806 y 1807 que los habitantes coloniales originales no se entregarían fácilmente a sus pretensiones bélicas y astutos, en la piel de George Canning, optaron por “entrar como comerciantes en lugar de perecer todos como soldados”. Colonizar las mentes, dividirlos, partirlos, una conglomerado de ruines países en lugar de una “Patria Grande”. No vaya a pasar lo que sucedió en la América del Norte, que se insubordinó y colonizó el mundo, una potencia hoy en decadencia.
Y lo que era el Virreinato fue dividió en republiquetas. Las Provincias Unidas del América del Sur, se dispersaron. En los últimos 200 a eso apostó unas cien familias que ponen y sacan presidentes y líderes del mundo que harán sombra eterna a una unión americana.
Y así entraron en guerra Bolivia y Paraguay, y así los paraguayos fueron destruidos en la guerra de la Triple Alianza cuando sus “hermanas” Brasil, Argentina y Uruguay –país también producto de una guerra fratricida entre argentinos y brasileros- entraron en guerra contra los paraguayos, con Inglaterra de director de orquesta más americanos traidores –Bartolomé Mitre fundador del diario La Nación-a un proyecto de una América del Sur grande.
Poco menos de cinco años de terminada la guerra, en el curso vimos que a a comienzo del año 1877, se sanciona la ley N° 817 de Inmigración y Colonización, también llamada Ley “Avellaneda” –por el presidente tucumano Nicolás Avellaneda-, que promueve un proceso inmigratorio. Se inicia la meta de otro tucumano y abogado Juan Bautista Alberdi: “gobernar es poblar”. Es decir, hacer un desierto a manos de expediciones militares sanguinarias que, desde las batallas por la Independencia venían dispersando a los pueblos originarios y sembrando una europeización de la población.
La primera corriente migratoria que proviene casi exclusivamente de Europa en desmedro de las provincias hermanas originales que fueron el Virreinato pero que pudieron ser la Patria Grande.  Lo que vino del mar no contentó a la oligarquía criolla formada al calor del puerto pro-ingles de Buenos Aires. Y lo que llegó a estas tierras se encontró con una gran defraudación. No serían propietarios de la tierra sino parte de ella.
La Patria es el otro. No a ninguna discriminación
Comprender que el pasado es presente porque argentinos funcionales a otros intereses que no son los argentinos, hasta han ocultado que nuestro primer presidente fue un boliviano –por Cornelio Saavedra, titular de la Primera Junta tras la revolución del 25 de Mayo  de 1810. Y eso pasa todos los días.
La película de Caetano, estrenada en el peor momento político y económico del país, la crisis del 2001, grafica, a partir de la historia que transcurre en un bar, lo aturdido, engañado y víctima y victimario que podemos ser entre propios hermanos, todo en relación al personaje de la película, el boliviano Eddy.
Porque en ese año no había país y hordas de argentinos apilaban sus pasaportes y tristezas en la puerta de las embajadas de países como España, Estados Unidos aún a costas de sufrir las peores discriminaciones a las que tanto habían sometido a sus hermanos. Bolivia es Argentina, como lo es Uruguay, Perú e incluso Brasil, más allá de los recelos por manejar los hilos en esta porción americana del Sur o las chicanas futboleras.
La película “Bolivia”, demuestra desde una gran sencillez las miserias humanas y hasta confusión que pueden tener personas que los hermanas mucho más las similitudes que pueden tener en común que sutiles diferencias, agrandadas por los medios de comunicación en pos de crear divisiones y discordias entre pueblos hermanos que beneficien a los poderosos de turno, en generar un contragobierno que depende de cien familias a nivel mundial.
La película ayuda para conocer, saber, querer y ser. Porque no se quiere lo que no se conoce; al contrario se lo discrimina y ataca. Y si pensamos por nosotros mismos, sin ser pensados, la realidad puede ser diferente.
Bolivia, para apuntar.