
Monika no tenía consuelo. Aún no había cumplido 20 años pero la imagen de su padre se le hacia añicos. Justo su papá, su ídolo, la persona que ella tanto admiraba, que sentía en cada caricia, en cada consejo, en su enseñanza y en su ejemplo abocado al trabajo y al esfuerzo.
Monika amaba a su padre, lo adoraba. Hasta que la cruel guerra terminó, cuando todo salió a la luz, cuando el rumor se convirtió en verdad. Su mamá, no lo soportó y se quitó la vida, dejando de lado el amor por su esposo, ese que todos los días volvía del trabajo con una sonrisa, un regalo; hasta a veces le hacia el amor.
Se habían conocido en Viena, la ciudad capital de Austria, cuando él militaba en agrupaciones paramilitares de muy jovencito y a poco de nacer Monika, se mudarían a la Alemania descontenta con el Tratado de Versalles, al que sentía como dueño de las desgracias germanas ante el mundo tras finalizada la Primera Guerra Mundial. Esas furias engendrarían al político que poco a poco fue ganando popularidad germana: Adolf Hitler y su partido (Nacionalistas de los Trabajadores (Nazi).
Monika amaba a su padre, lo adoraba. Hasta que la cruel guerra terminó, cuando todo salió a la luz, cuando el rumor se convirtió en verdad. Su mamá, no lo soportó y se quitó la vida, dejando de lado el amor por su esposo, ese que todos los días volvía del trabajo con una sonrisa, un regalo; hasta a veces le hacia el amor.
Se habían conocido en Viena, la ciudad capital de Austria, cuando él militaba en agrupaciones paramilitares de muy jovencito y a poco de nacer Monika, se mudarían a la Alemania descontenta con el Tratado de Versalles, al que sentía como dueño de las desgracias germanas ante el mundo tras finalizada la Primera Guerra Mundial. Esas furias engendrarían al político que poco a poco fue ganando popularidad germana: Adolf Hitler y su partido (Nacionalistas de los Trabajadores (Nazi).
Con Monika en sus brazos fue que Amon Goeth se afilió a varios grupos paramilitares nacionalistas. Al fallecer el presidente Hindenburg, el mandamás del Partido Nazi, Hitler, tomó el poder proclamando el Tercer Reich persiguiendo a los opositores, militarizando el país y creando el peor de los genocidios. Seis millones de judíos, miles de gitanos y negros, fueron asesinados en campos de concentración especialmente creados. Al llamado campo de Plaszow-Cracovia, en septiembre de 1941 fue designado Goeth. Allí eran designados los prisioneros destinados a los trabajos forzados y a la preselección para conducirlos, luego, a los campos de exterminio de Auschwitz, Treblinka y Sobibor, al sur de Alemania.
Amon no sólo era infiel a su mujer, la mamá de Monika. Le ocultaba su verdadera tarea asignada en Plaszow. Incluso el apodo que tenía entre sus camaradas, de “Verdugo de Plaszow” por su preferencia de disparar por las mañanas con un rifle de francotirador contra los prisioneros, sin importar si eran niños, mujeres o ancianos. Hasta hizo con ellos un séquito de personal esclavo para atender sus necesidades domésticas en la casa asignada para él los lunes a viernes. Los fin de semana estaba con su esposa y su Monika, quien amaba a su padre, y quien desconocía su verdadera tarea.
Bajo su mando fueron asesinados casi 10.000 personas. Sólo el empresario nazi, Oskar Schindle logró persuadir al Verdugo y al realizar tratos comerciales en busca de mano de obra barata para su fábrica, se pudieron salvar unos 1.200 judíos.
En enero del 45, Goeth fue capturado por tropas del Ejército aliado y enviado para ser juzgado en Polonia. Fue condenado a morir en la horca, -la soga falló dos veces- ejecutado en las mismas instalaciones de Plaszow.
Su esposa no toleró la defraudación de su amado marido y se suicidó. Su hija Monika, -con los años devenida en ferviente defensora de los derechos humanos-, a poco de morir su padre, escribió un libro (Doc 9) titulado "Yo adoro a mi papá y llevo su apellido, ¿debo odiarlo?". La obra está basada en las opiniones de profunda admiración que tenía ella y su madre sobre Amon Goeth como esposo y padre de familia. Las dos caras de unos de los monstruos del Holocausto alemán.