Floreal Gorini

Si bien los Apuntes de este Doc 9 tienen como objetivo ayudar a pensar, recopilar opiniones que enriquezcan el tema planteado, sea una anécdota o información pura, hoy quiero apuntar como nunca. Es decir, en días la Argentina tendrá elecciones legislativas, que si bien son comicios para renovar los miembros de ambas cámaras parlamentarias, se definen otras cuestiones sumamente importantes.
Es verdad, entre tantos intereses en el medio, es difícil poder analizar que proponen los candidatos y las diversas fuerzas políticas. A la mala calidad de los candidatos, más los mamarrachos como las llamadas “candidatura testimoniales”, sumado al comic del todopoderoso y perverso Gran Cuñado, -programa que pertenece al Grupo Clarín, hoy enfrentado con el Gobierno nacional que impulsa una des monopolización de los medios de comunicación-, más Radio 10, más los voceros del Diario de Bartolomé Mitre, y con algunos candidatos que además son dueños de medios, como el caso de De Narváez, es verdad, se hace muy difícil elegir.
La primera vez que voté fue en las elecciones de 1997. También era una elección legislativa. La Alianza -entre el Frepaso y la UCR-, con Graciela Fernández Meijide como máximo referente, vencía al peronismo que tenía desde casi 8 años a Carlos Menem como presidente de la Nación. Dos años después, esos ganadores volverían a derrotar, esta vez al marido de la candidata perdedora en el 97, Chiche Duhalde y dos años después serían gobierno con Fernando de la Rúa. La historia es conocida. Traición, cero ideas, mismo modelo, FMI, sobornos, caída, helicóptero, el derrumbe.
En esa elección del 97, recuerdo que fui muy contento a votar, como siempre, porque nací en dictadura militar, pero me crié en democracia y muchos argentinos murieron para que tengamos democracia y podamos votar. Si, la Alianza arrasó en todo el país. Y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no fue la excepción. Pero mi candidato, junto al de mis amigos, porque lo habíamos conocido, militamos con él, fue el comunista Floreal Gorini. Gorini, a la vez fue el primer político al que entreviste por primera vez como periodista. En ese 1997, Gorini reelegía su banca de diputado nacional, a la que había accedido en reemplazo de Graciela Fernández Meijide que arañó un lugar en el reciente Frepaso de 1993 donde si fue vencedor el menemismo.
Floreal nació en 1922 y trabajó de colectivero, de menestral en una fábrica de sombreros y de empleado bancario, defendiendo a sus compañeros en la gran huelga bancaria de 1958. Cuando lo despidieron se incorporó al movimiento cooperativo crediticio integrando el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), que comprende temas relacionados a la economía, lo social y cultural. Y siempre en el Partido Comunista que apoyó al Frepaso que enfrentaba a Menem. En su paso por el Parlamento, entre 1995 y 1997, luchó por la anulación leyes de Punto Final y Obediencia Debida, promovió la reducción de la jornada laboral a 6 horas, participó en la construcción de una red de cooperativas de desempleados. Floreal falleció en el 2004.
Si, cuando lo conocimos en el 97, lo seguimos a Floreal y fuimos todos contentos y convincentes de que no era más de lo mismo. Pero la Alianza polarizó esa elección y ganó todo el Congreso de la Nación y Legislaturas provinciales y la porteña.
Pasaron doce años. Siempre fui y voy contento a votar, aún obligado a elegir al candidato menos malo. Pero este 28 de junio va a ser distinto. Porque vuelvo a tener alegría, esperanza, fe, porque desde hace tiempo acompaño al hombre que representa un movimiento de otros hombres y mujeres que se niegan a ver a un país derrumbado, que les duele tener 5 millones de indigentes, la Argentina del hambre y la diarrea de los medios. Como en 1997, Floreal Gorini me dio esperanza a mis amigos y a mi; hoy es Fernando “Pino” Solanas, quien se postula como primer candidato a diputado nacional porteño por Proyecto Sur. Solanas, destacado director de cine –Sur, El Exilio de Gardel, El Viaje- vaya coincidencia, también formó parte del Frepaso y fue electo diputado en 1993 hasta 1997 al igual que Gorini. Sus enfrentamientos contra el poder derivaron en un atentado contra su personal. Recibió siete tiros. Una década después volvió a la política postulándose como Presidente. Desde el año del derrumbe, 2001 hasta el 2006 filmó y proyectó en cines, escuelas, universidades sus películas que son un resumen de la entrega y destrucción de un país (Memorias del Saqueo, la Argentina Latente y la Próxima Estación).
Floreal y Pino compartieron el mismo espacio porque siempre apuntaron para mejorar un país. Por eso no se trata sólo de coherencia: se trata de convicciones. ¿Podrá Pino no defraudar y seguir el camino de hombres como Floreal Gorini? Ojalá así sea, en estas elecciones 2009.