Apunte N° 141: El Oso y Larry

Jorge, alias el Oso, tiene que bajar de peso. No sólo por una cuestión estética. Las muertes de su padre y su tío por infartos, lo obliga a obrar de apuro. El profesor (doc9) le armo la rutina. Muchos ejercicios aeróbicos y pocas pesas. Saltar la soga, mucho caminar y la cinta para trotar. El Oso se aburre en la cinta. Un amigo le sugirió un método que alivió su carga. Escuchar música mientras comienza a mover las piernas en la máquina.
Jorge, el Oso tiene poco más cincuenta años. De profesión contador, el ahora gimnasta de urgencia fue años atrás un gran músico. Instrumento: batería.
A mitad de los ochenta formó una banda. Jorge comenzó tocando el piano. Los platillos pudieron más.
Dicen que basó su técnica en un su hermano cósmico como a gusta llamarlo: de él se trata; un irlandés, Larry a quien conoció en un intercambio escolar a mediados de los setenta. No eran años tranquilos en la Argentina. Gobernaba una dictadura militar que tras el fracaso dirigencial derivó en un genocidio castrense mucho peor. La guerrilla urbana argenta desde el Ejército Montonero y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) cobijaba a los que querían otra cosa. El Estado en las sombras apoyaba a los asesinos de la llamada Triple A. El saldo: Muerte y más muerte. En el país de su amiguito la cosa no estaba mejor. Larry nació con el recuerdo de la guerra civil y la pelea eterna del Ejército Republicano Irlandés (IRA) contra los soldados del Imperio inglés. También en Irlanda, apoyados por la Reina británica estaban las unidades paramilitares conocidas como Black and Tans (Negros y Quemados). Muchas coincidencias entre Argentina e Irlanda, sometidas al yugo inglés. Sólo que a Larry y a Jorge los hermanaba una pasión mayor, además del fútbol. La música, principalmente la batería.
Antes de la guerra de Malvinas, Larry estuvo con El Oso quien ya había regresado a su país y seguía bajo el mando de los militares que suicidaron una generación al enredarse con la tercera potencia bélica mundial, Inglaterra.
Años luz de lo que se conocería como Internet, en las cartas que intercambiaron Larry le contó a su amigo argentino que tras la experiencia como batero en bandas como
The Artane Boys Band, había optado por formar la propia. Fue así que tras colocar un aviso en el diario Mount Temple High School, se conocerían con Paul Hewson, David Evans y Adam Clayton.Jorge aún no se largaba. Sin embargo sugirió a Larry que unos buenos guitarristas harían lucir la batería. “La voz es lo de menos, lo importante es tener alguien con presencia que siga las cuerdas”, le sugirió el amigo argento.
Adam y David eran buenos con la viola, con el bajo, pero no era el caso de Paul. ¿y si te animas a cantar? Peor lo hizo. Sin embargo, Paul tenía presencia. Ese fue el último dato que Larry le contó a Jorge.
Pasaron varios años hasta que volvieron verse.
Será verdad que la cinta del gimnasio se comparte con amigo del ideólogo de una de las bandas míticas, de las actuales cuatro grossas del momento junto a los Stones, Metalicca y AC/DC)?
Jorge no dice mucho pero intercambia correos con Larry Mullen Jr, líder, baterista y percusionista de U2, la banda irlandesa que lleva vendido más de 170 millones de discos alrededor del mundo. Ahora muchos entienden porque Jorge, el Oso, sabe tanto del cantante Paul Hewson, más conocido como Bono Vox –buena voz en latín- y de estos músicos de U2, nombre que al pronunciarse igual que you too en inglés, significa "tú también".
Seguro que en octubre del año que viene, cuando el grupo de rock de su amigo Larry regrese a la Argentina por tercera vez para presentar su nuevo CD "No line on the horizon", -ya estuvo en 1998 y en el 2006- volverán a encontrase las caras.
Otros dicen que el Oso, que ya corre en la cinta, no lo hace escuchando a U2, sino a los Ramones y a los Redonditos de Ricota (Doc9), pero ese, ya es tema de otro Apunte.