Estatua rebotada

“Gracias muchacho, el guión es muy bueno y te vamos a recompensar. Ahora anda con el escribano que te va a certificar el cobro del dinero. Creemos que el papel es ideal para Robert Redford o James Caan que estuvo bárbaro en el Padrino, que te parece? y a vos gracias y suerte”.
La respuesta fue un no rotundo. El muchacho esperaba por años esa oportunidad y no iba a dejar de ser el protagonista de su propio guión.
Corrían los primeros meses del año 1976, en la parte baja de América, Argentina, sucumbía un golpe de Estado a la democracia que aniquilaría a una generación y enterraría por años al país. En el otro extremo del norte, James Carter se preparaba para asumir la primera magistratura. Al mismo tiempo, el más grande de todos los boxeadores, Muhammad Alí,seguía buscando rivales tras lastimar duramente al digno de Chuck Wepner.
Era en ese estudio cinematográfico de Holywood, donde los productores de la que sería la película más taquillera de ese año particular, hacían lo imposible por convencer a ese muchacho de 31 años para que vendiera el guión que escribió sin negociar el protagonismo de la historia.
No hubo caso. El mal actor Sylvester Stallone se convertiría en la primera estrella y en la piel de Robert “Rocky” Balboa. Era lo único que el muchacho no negociaba; quería interpretar al boxeador italiano.
¿Cuanto habían influenciado en su pluma, las peleas de 1975 entre Alí contra el blanco Wepner, y la de seis atrás, entre propio Alí contra el argentino Ringo Bonavena? Porque Wepner más Ringo es igual Rocky por si a algunos aún le quedan dudas.
La película la dirigió John Alvidsen con un presupuesto mínimo de 900 mil dólares. No fue de la partida James Caan, pero sí fue convocada otra actriz del Padrino, Talia Shire, como la mujer de Rocky. También un desconocido Carl Weathers como el campeón Apolo Creed, quien le brinda l oportunidad a Balboa de enfrentarlo por el título mundial de los pesos pesados y un genial Burgess Meredith interpretando a Micky, el entrenador, un personaje que ve en Balboa una victoria en su última oportunidad.
El músico Bill Conti, se encargaría de la banda sonora. Sería inmortalizado por su tema Gonna Fly.
Pasaron más de 33 años de esta historia. La película Rocky fue un éxito total. Stallone se catapultó a la fama. Hasta el año 2006 hubo seis sagas de las Rocky. Nada superó a la primera, ni siquiera las vicisitudes políticas pos Guerra Fría y caída del Muro de Berlín que derivaron en la deformación del personaje, en sagas 4 y 5, esas del ruso Iván Drago y el discípulo Tommy Gun como enemigos de Balboa.
El mal actor Stallone se hizo millonario por Rocky y actuó en otras películas, creando otros personajes notorios como el ex soldado John Rambo. Nada superaría al Rocky boxeador. No siquiera un juicio millonario que le entabló al creador de Balboa, el ex pugilista Wepner por “robo de identidad”, ese de la pelea contra Alí que tanto inspiró al actor para el guión.
En los últimos años, mientras algunos dicen que se está preparando la séptima entrega de las Rocky, los representantes políticos de la ciudad de Filadelfia, donde es oriundo simbólicamente Balboa, están en litigo contra Stallone en cuanto a negarse a que sea trasladada a la escalinata del Museo de Arte de esa ciudad, la estatua del
boxeador de ficción Balboa, inmortalizada en las películas Rocky 3 y 4.
La estatua de bronce, una figura de Rocky con los brazos sobre la cabeza en señal de victoria de 2,4 metros de alto, estuvo guardada desde el año 1982 en un galpón de la ciudad y el Museo siempre rechazó el regalo del actor.
El Departamento de Propiedad Pública de la ciudad, está tratando de disuadir a las autoridades del Museo, argumentando que la estatua tiene alta convocatoria turística.


Los visitantes del Museo suelen subir corriendo los 72 peldaños, simulando ser Rocky Balboa.
Poco se dice, pero el mal actor Sylvester Stallone, padre de tan noble criatura como es Rocky Balboa, tiene todas las de perder en la instalación de la estatura de su querido personaje. Mientras tanto, el ex boxeador Wepner sigue buscando los máximos tribunales de los estados yanquis para que el actor de Rocky le pague una millonaria suma por “robo de identidad” (link Doc9), apunte de otro apunte.