
Existe otra fórmula para paliar la adversidad que puede generar un amor no correspondido, una ruptura, una separación, una pedida de tiempo, un reclamo.
Una persona no puede decidir dejar de amar. Tampoco olvidar. Al menos, no de un día para otro. Si, puede conducir su conducta a transformar tristeza en algo mejor para uno mismo; escribir un libro, aprender una danza, escuchar música.
La tecnología –internet- permite seguir de cerca las reflexiones de un gran talento nacional, el filósofo Alejandro Dolina.
También en sus libros y escritos, cuyo vértice late en la su gran obra Crónicas del Ángel Gris, pueden ser de consulta.
Este es un Apunte que intenta resumir, al menos en una primera parte, los escritos de Dolina, bálsamo ante el dolor que causa un amor no correspondido.
Este maestro de la vida dice "que sólo existe el amor. Las otras cosas nobles apenas sirven para dignificarlo....Algunos hombres jamás lo encuentran. Para otros es apenas una estrella fugaz que ilumina un año, un mes, una semana o un día en sus vidas. Pero ese destello efímero da significado a la existencia toda. Bienaventurado el que puede sentir en su carne y en su espíritu el fuego de esa chispa".
Dolina sostiene que las personas no pueden decir “hoy dejo de amar y olvidar”. En todo caso, ante el amor no correspondido, sí se puede cambiar de conducta, es decir, tratar de evitar que la tristeza siga lastimando. Dice, este maestro que quizá la peor de las tragedias, sea “que se olviden de uno antes que uno olvide a esa persona que ya lo esta olvidando”.
Porque el amor SUCEDE. En lo que respecta al enamorado no correspondido, para Dolina es el peor de los estados; el enamorado, razón ciega, no quiere olvidar, quiere RECORDAR¡. No elige el Olvido, elige el SUFRIMIENTO. Cree que de ese modo la persona amada, que ya no lo ama, admirará su Nobleza por tomar el Sufrimiento y no olvidarla.
Lo que pasa, dice Dolina, que la persona que ya no ama, pensará que su enamorado no correspondido está loco, porque eligió el Sufrimiento. ¡Porqué no me olvida como yo¡. Esta situación en la persona amada que no responde a ese amor no correspondido, ejercerá un sentimiento contrario a los intereses del enamorado triste: Lo va a odiar porque generará en él/ella el sentimiento de CULPA. “Mejor que me olvide; no quiere sentir lástima; yo no lo amo más”.
Por lo tanto, dice Dolina, se producen grandes mezquindades. El enamorado va a tener un último acto, creyendo que así tendrá un último acto de Seducción hacia la persona amada que ya no lo ama. Es decir, su propia Muerte. El enamorado va y se mata por Amor.
Es una situación patética, porque el enamorado rechazado no tiene solución alguna. Es el peor de los castigos humanos. Hasta el asesino, dice Dolina, tiene salvación si se arrepiente de las muertes que causó. El pobre también tiene salvación. La persona que no fue amada, esta condenada. Si ese enamorado se mata y su alma se dirige el Paraíso, tampoco será compensando por morir por amor, porque incluso en el propio Cielo, su amada esté junto a otra persona.
¿Qué solución brinda Dolina ante esta situación del enamorado no correspondido? Huir. Canalizar todo ese amor en la persona que uno ama pero ella olvidó, en los brazos de otra persona. Es decir; al enamorado que no se lo quiere, debe correr hacia los brazos de otra persona y arrojar su amor en ella. Un clavo saca a otro clavo, a la larga o a la corta.
¿Y que hacemos con la tristeza? De nada sirve, añade Dolina, sentir rencor ante la persona que no nos ama, ni indignación. Cuando te deja la persona amada, esa que prometía o nos hacia tan bien, hay que pensar que aún ante la derrota de abandono, se puede ser digno. Se puede vivir en silencio ante esa persona que causó tanta tristeza. Otra manera inteligencia, es hacer fructificar esa tristeza, transformarla en algo que nos mejores como persona.
Dolina cita el caso de Johann Wolfgang Von Goethe, quien abandonado por una mujer, en vez de elegir matarse por ese amor no correspondido, canalizó su dolor y escribió el libro “Las penas del joven Werther. Es decir, que la tristeza se convierta en el impulso para ser mejores personas y aprender algo nuevo, bailar tango o rock.
En el caso de la mujer es distinto, afirma Dolina. La mujer nunca dice las razones o motivos por los cuales deja a ese hombre. En eso, la mujer no es cruel. No le gustas y punto. El porqué está en el espejo; no sos vos porque sos vos; no le producís nada.
Lo cierto, el sufrimiento amoroso está al alcance de cualquiera.
“Hay que estar orgulloso de ser un hombre que ha sabido amar y a sabido sufrir”, señala Dolina.
La tristeza es un rasgo vital. Y está en uno mismo rectificarla.
Dolina dice que hay que cambiar todo por amor. El goce y la intensidad del amor es superior a todo. Es bueno que a las personas les pase. Al menos, alguna vez. Esa intensidad de conocer a alguien, de explorarlo, de disfrutarlo, de internarse en los misterios de otra alma y de sentirse querido, deseado. No se compara con otra cosa.
Ante algunas preguntas existenciales, como si conviene volver o no con ex pareja, Dolina cree que si uno se separa, ya fue y adiós. No debe haber segunda ronda, salvo que los miembros de esa pareja se hayan convertido en otras personas. Imposible. Eso no sucede, uno sigue siendo el mismo y la otra persona también.
El amor es difícil. Uno sabrá que tuvo el Cielo cuando se lo sacaron de las manos. En el momento no se siente que la felicidad está en las manos. Como si uno tendría un jardín hermoso y se la pasa alambrándolo en vez de estar adentro del jardín, disfrutándolo.
¿Qué se hace ante el abandono, ante el tiempo pedido de uno de los integrantes de la pareja? Dolina dice que hay que desaparecer de la vida de esa persona, quien ha decidido que uno ya es un intruso, al que le cerraron la puerta en la cara. De nada sirve volver a intentar a golpear la puerta. Además, nada más enojoso para una mujer que un hombre reclamando.
¿Hay alguna esperanza en torcer la decisión de una persona que ya no nos ama?
Dolina, insiste. El porqué está en el ESPEJO. No sos vos por que sos vos; nada más pesado para una mujer que insistir con ser lo que no es. Y nada más patético, querer cambiar inteligencia por belleza.
La mejor opción, ante el abandono del amor no correspondido, es ir a buscar ese amor perdido en los brazos de otra persona; regresar, pero en otra mujer.
¿Cómo se define un amor? Dolina cree que el amor se define en cinco minutos. O sos o no sos. Es muy difícil que se de vuelta un rechazo inicial. Si uno no es el hombre, el tipo que le va a gustar a la señorita en cuestión, sino sintió una patada en el corazón por uno, es inútil insistir. Siempre hay casos dudosos, cuando el hombre gana algo de tiempo, pero es difícil. Nada molesta más, insiste, en una mujer que en esforzarse en ser lo que no se es.
Tiene que aparecer esa llama, porque sino, ya en el arranque del incendio, nos quedamos sin fuego.
Por supuesto, dice Dolina, lo primero entra por los ojos; luego hay una segunda aduana que es ver que “pimienta” tiene el tipo/a en la cabeza.
¿Qué es estar enamorado? Para Dolina, estar enamorado es un estado de porquería. Más en el hombre, un ser más débil psíquicamente que la mujer. El vivo, el inteligente, sabe retirarse a tiempo si una situación será un amor no correspondido. Hasta tiene la crueldad que tanto enamora a muchas mujeres, y que el hombre enamorado pierde cuando se enamora. Eso lo convierte en un ser patético.
Porque cuando uno está enamorado pierde mucho poder; precisamente, de ese poder que se necesita para enamorar.
Con lo cual el amor, así como brinda esa dura parábola de que “uno puede estar condenado a amar a quien no nos ama y ser amado por quien no podemos amar”, otorga otra encrucijada: “cuando se está enamorado se pierde ese poder y cuando se lo tiene, de nada sirve porque uno no está enamorado de esa persona”.
Siempre, en una relación de dos conciencias libres, la más débil, es la que ama más, la que más se somete. La que ama menos, es la que más manipula y domina. “Si me amas más, sos mio”
Y ante la adversidad absoluta…bueno, dice Dolina, hay que pensar lo peor y uno va a estar cerca de la verdad.
Eso sí, sea como sea, siempre, siempre hay que apostar a amar, saber elegir bien y reflexionar que somos las decisiones que tomamos...y el amor florecerá otra vez.
* Dedicado al amigo Horacio -mi primer amiguito- y a todas las personas que sufren y siguen apostando al amor. No es de poco hombre decirlo, al contrario.

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