Nació entre algodones. Un niño bien, ricachón, de esos denominados de buena familia tanto paterna como materna. Sus padres le pusieron Roque y de pequeño comenzó a mamar la que sería su más grande pasión: la política, sobre todo por sus dos abuelos, Roque Julián y Eduardo, quienes habían sido diputados en la Legislatura bonaerense. Ya adolescente, su mentor en un reciente Colegio Nacional de Buenos Aires fue el profesor francés Amadeo Jacques, quien estaba en la gran ciudad desde 1862 cuando el tucumano Marcos Paz, en ese entonces vicepresidente de la Nación, lo designó primero profesor de esa institución quedando perpetuado en las páginas del libro Juvenilia, de Miguel Cané.
Pero volviendo a Roque, aún más que papá Luis o mamá Cipriana, se destacaba tanto por su destreza física como por su enorme bondad y sentido de Justicia. Fue así que en 1875 se graduó de abogado (por Doc 9), defiendo las causas de aquellas personas de bajos recursos.
Roque no podía escapar de su vocación política y se presentó como voluntario para frenar a ese desaforado por los negocios turbios que fue quien sería el exterminador del prospero Paraguay, el hacedor de una mentirosa historia oficial argentina (Doc 9), el dueño de casi llevar al país a una guerra civil y quien fuera el primer presidente de la Nación de la Argentina unificada; se trata del fundador del oligarca diario La Nación, el militar Bartolomé Mitre, quien por ese entonces no aceptaba al acuerdo entre Adolfo Alsina y Nicolás Avellaneda, para que este último sea designado, -a dedo por la élite a la que el ahora adolescente Roque, su padre y Mitre pertenecían- presidente de la Nación.
Vencido Mitre, Roque se convirtió en diputado y hasta presidió ese cuerpo legislativo.
Sin embargo, otras cosas pasaban en América en días en que Roque estaba cada vez más distanciado de la política del Presidente Avellaneda, renunciando a su banca. Eran los días en que comenzaba la llamada guerra del Pacifico, conflicto que nace a raíz de que las empresas de la industria del salitre -de capital inglés pero manejadas por chilenos- rompieron los tratados firmados con Bolivia. El gobierno de Chile en defensa de esas negocios, ocupó el 14 de febrero de 1879 la ciudad Antofagasta, en Perú, quien había salido a apoyar a Bolivia y ahí el problema.
Roque sintió que la guerra de Perú y Bolivia era la causa de América…la causa de su Argentina, aunque los argentinos, como de costumbre, se estaban matando entre ellos por otros temas. Uno era la futura Ciudad Capital, Buenos Aires, en bandos comandados por los rufianes Julio Argentino Roca, entonces ministro de Guerra y Carlos Tejedor, gobernador de esa provincia.
Y así se enroló Roque en el limitado pero valiente Ejército de Perú, destacándose en varias batallas como la de Tarapacá y soñando con que toda la Argentina acompañe la lucha de sus hermanos, frente a ese Chile manipuleado por –y cuando no¡¡- Inglaterra y el reciente Estados Unidos.
Pero no; Roque pensó mal porque el Ejército argentino seguía cagandose a tiros en la que sería la más sangrienta de las guerras civiles argentas, la cual morirían en actuales barrios como Barracas, San Telmo o localidades como Valentin Alsina, Gerli más de 20.000 porteños y bonaerenses y daría nacimiento a actual Capital Federal argenta.
Roque dio todo en esa llamada Guerra del Pacífico, fuertemente herido en la llamada Batalla de Arica, donde los peruanos se tiraron al vacío, muriendo por el honor de no entregar la bandera al enemigo vencedor que fue Chile. Así, Bolivia perdía para siempre su derecho de salida al Mar. Roque fue encarcelado y sometido a un Consejo de Guerra pero puesto en libertad a instancias de su familia por ser argentino. Hasta recuperó su nacionalidad, que fuea quitada por su nuevo enemigo, Julio Roca quien era Presidente y cuestionaba a Roque por enrolarse en el Ejército peruano. Roca estaba agrandado porque meses atrás había aniquilado a millones de aborígenes nativos en la mal llamada Conquista del Desierto (Doc) - que de despoblado no tenía nada- y había vencido a Tejedor "para" su ciudad Capital.
Pero Roque entendió ese dicho que dice que al enemigo hay que enfrentarlo desde adentro, aceptando su designación como ministro plenipotenciario en el Uruguay y luego como Canciller por el presidente desastroso que sería el concuñado de su enemigo Roca, el cordobés Miguel Juarez Celman.
Ahora era Roque quien tenía todo para ser Presidente, convicciones, valentía pero Roca con apoyo de otro enemigo suyo, Mitre, en ese año 1892, impulsaron la candidatura de del padre de Roque, el anciano médico Luis, y sacándolo de carrera:
- No me enfrentaré con papá, ganaste una batalla Roca, no la guerra…se dijo Roque.
Pero mientras el ex soldado comenzaba a ejercer su profesión de abogado con su amigo Carlos Pellegrini y viajaba seguido al Perú recibiendo medallas de oro por su desempeño en la Guerra del Pacífico, tenía como mayor deseo vencer a sus enemigos Roca y Mitre.
Su padre Luis renunció como Jefe de Estado, lo que le abrió las puertas a Roque para que en 1910, a cien años de la Revolución de Mayo, sea designado candidato a Presidente de la Nación Argentina.
El don por la Justicia nunca dejó en latir en este abogado. A pesar que Roque era producto de la clase alta, la oligarquía corrupta, que él mismo fuera designado a dedo como sus enemigos para ser Presidente, se manejó con los dirigentes populares de abajo. Entabló una relación con un hombre de pocas palabras llamado Hipólito Yrigoyen, padre de la revolución del pueblo que quería elegir a sus representantes. Roque prometió democratizar la política a través de una reforma electoral basada en tres elementos clave: el voto secreto, universal y obligatorio… se aprueba la actual Ley del voto N° 8871.
Las viejas heridas de la Guerra atentaron con su salud…pero Roque alcanzó a ver democracia, votos, como caían los negocios de sus enemigos el genocida Julio Roca y el vocero de la élite porteña, Bartolomé Mitre. Roque murió el 9 de agosto de 1914, contemplando su mandato el vicepresidente Victorino de la Plaza.
Esta Apunte es un reconocimiento al primer hombre de convicciones profundas de un país que comenzaba a formarse, a pesar de su pertenencia a la clase de unos pocos…Roque, el mentor de la norma del voto que lleva su voto “Ley Saenz Peña”, el mismo que es recordado siempre en Perú, el mismo que forjó los sueños de otros, como un tal Ernesto Che Guevara, un Juan Perón o la Resistencia …aquí tu recuerdo para compartir en la despedida del año 2008, 25 años de democracia desde 1983...muchas felicidades, no dejen de Apuntar en la vida y muy buen año Nuevo para todos.